domingo, 3 de octubre de 2010

"La magia santa en la Televisión"

     Desde hace algunos años, la televisión abierta mexicana (digamos para resumir Televisa y TV Azteca), han tomado como temática en su programación los milagros producidos por las divinidades que la mayoría de los católicos siguen. Es un hecho que la ilusión y la fantasía vende y más lo extraordinario, que aunque en teoría es imposible, se hace posible a través de lo que llamamos Fe. Tenemos muchos casos en el cine mexicano y estadounidense donde se recurre a este recurso y siempre funciona, haciendo emocionar al público.
     No juzgo a quienes por fe y religión favorezcan la creencia de los llamados milagros divinos, de hecho, me declaro creyente de estos eventos sobrenaturales; de hecho he sido testigo y en ocasiones beneficiario de estos eventos extraordinarios. Lo que está en tela de juicio es el manejo que le da nuestra televisión a estos milagros.
     Parecería que la Virgen de Guadalupe fuera resumida a una simple hada madrina en un cuento de hadas para adolescentes maniáticos y desquiciados y no lo digo yo. No me acusen de blasfemo. Es el tan "delicado" trato que se le da en la teleserie "La rosa de Guadalupe" que produce Televisa. Independientemente de las mala dirección, las malas actuaciones de los extras que en ocasiones ponen a protagonizar los capítulos y de los guiones tan absurdos que utilizan y ni el milagro justifica son incoherencia; el problema real es lo "abaratada" que ponen la imagen de la Virgen.
     Si el objetivo es fortalecer la fe y la creencia popular ante esta divinidad, hay tantas casos tan trágicos en nuestro país tan surrealista, que es posible hacer más de una temporada con temas tan impactantes donde se demuestre la fuerza de la Guadalupana a la hora de proteger a sus hijos. Caso como secuestros, enfermedades incurables, hijos perdidos, ejecuciones, violencias, desempleo, miseria, etc.; parecen no ser tema de milagros y recurren a peleas de dos amigas, alguna chava que no le haga caso a un chavo, buscar novio, tener un permiso de los papás y hasta tener dinero para un operación estética son los temas recurrentes de esta "serie".
    Y lo más triste y absurdo de todo, es que somos pocos los inconformes, ya que es uno de los programas con mayor audiencia, a pesar de su horario, tan vespertino. Además de maneja temas muy fuertes cuando los niños podrían estar viendo la televisión.
     Por otro lado, TV Azteca copiando la misma fórmula hizo el programa "Cada quien su santo". No es difícil ser mejor que "La rosa de Guadalupe", donde ya no buscan donde introducir el efecto tan estúpido del aire y la iluminación en el rostro para indicar que el milagro ha sucedido, pero en "Cada quien su santo", al menos tratan temas más sociales y más intensos donde le dan el peso debido a la palabra milagro, aunque la calidad de la producción es tan mala que no da gana de verlos.
      Como sea, recomiendo rezar por las almas de los creadores de estos programas, porque seguramente ya estarán condenadas.

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