lunes, 18 de octubre de 2010

Tratado de la felicidad: Y tú, ¿tienes un sueño?

      ¿Eres feliz? Normalmente cuando hago esta pregunta obtengo una respuesta como "estoy bien", "estoy tranquilo" o simplemente no, pero jamás una respuesta afirmativa. Pareciera que le tuviéramos miedo al estado de la felicidad plena o la consideráramos inalcanzable, que sería demasiado ambicioso aceptar que somos felices.Quizá sea porque asociamos la felicidad a los bienes materiales y para la mayoría de nosotros es muy difícil conseguir todo lo que deseamos y se puedo comprar.
       Otros más emocionales, asocian su grado felicidad a la compañía o ausencia de una pareja, un familiar o un amigo y la posponen hasta que ese momento suceda y cuando la relación termina de nuevo vuelven a la infelicidad. Ese error es tan común que la mayoría de los deprimidos sufren por esta causa teniendo como aliado a la soledad y rara vez descubren que son infelices con o sin parejas y que probablemente sea la razón de sus fracasos amorosos.
       Sin embargo, la buena noticia es que la felicidad está en uno mismo y cada uno lo decide. No hay que esperar a nada ni a nadie para poder decir que somos felices. Es simplemente asumirla y vivir con la actitud. Es tan sencillo como comprar la idea y guardar el recibo. ¿Cómo?, cada quien lo descubre y hace suya la fórmula, pero lo que sí es un hecho es que la mayoría de los infelices (se oye peyorativo, pero me refiero a los que no tienen felicidad), no tienen un propósito en la vida, no tienen un sueño.
      De eso se trata la vida, de la realización de los sueños y las metas que nos proponemos. La infelicidad para mí radica en la falta de ellos. Construye un sueño y lucha por él. No importa que tan grande o que tan pequeño sea, simplemente créelo y algún día lo obtendrás, mientras construyas el puente hacía él. Cuando se cumpla, construye otro y vívelo tan intensamente como el primero y así sucesivamente.
      No es una fórmula mágica, ni un antídoto radical contra la desdicha, simplemente es un sueño que tengo y busco que lo crean, al escribir esto cumplo uno de mis sueños y sigo en la construcción y cumplimiento de otros y es lo que me mantiene feliz, pero y tú, ¿tienes un sueño?

sábado, 9 de octubre de 2010

A propósito de los Premios Nobel




          Gran polémica y satisfacción han provocado el otorgamiento de los premios Nobel 2010. En este espacio me referiré específicamente al de literatura, el de la paz y de medicina. 
        El mundo de las letras puede sentirse complacido, ya que uno de sus principales exponentes por fin ha sido reconocido por esta organización: el peruano-español Mario Vargas Llosa. Cuando menos se lo esperaba este autor recibe la noticia de que es honrado con este premio, uniéndose a la lista de los latinoamericanos a los cuáles se les ha considerado en este tenor (No señor Fox, Jorge Luis Borges no forma parte de esta lista).
          Sin duda alguna lo que más polémica ha causado es el premio Nobel de la Paz, ya que le fue otorgado al chino Lui Xiaobo, quien actualmente se encuentra en prisión y todavía estará alrededor de diez años más por sublevarse contra su gobierno. ¡Qué ironía!, mientras que el mundo lo considera un héroe, para su país es un delincuente y todo por defender los derechos humanos. He oído eso de que nadie es profeta en su tierra, pero esto cae en lo ridículo.
         Por último, después de 32 años, han decidido reconocer Robert Edwards como Premio Nobel 2010 de Medicina y Fisiología por sus estudios y avances en la fecundación in vitro. No cabe duda que su aportación ha hecho posible que muchas personas puedan cumplir sus sueños de ser padres (aunque considerando la sobrepoblación es cuestionable el beneficio). Sin embargo, los primeros en saltar fueron los de la iglesia católica, acusándolo de crear vida artificial en contra de la ley de Dios, como si los nacidos bajo este procedimiento no se formaran al igual que todos de un óvulo y un espermatozoide, ¿no será que tienen miedo que al haber más niños haya más padres pederastas?
         Felicidades a los ganadores, que además del reconocimientos mundial se llevan la no despreciable cantidad de 1.4 millones de dolares. Con ese monto, hasta dan ganas de hacer algo extraordinario.

martes, 5 de octubre de 2010

El Infierno: ¿El Padrino Mexicano?

        Quizá esta aseveración resultó poco más que una blasfemia para los fanáticos de la obra ilustre de Francis Ford Coppola (actualmente considerada la mejor película de todos los tiempos). De hecho, yo sería el primero en atacar esa afirmación; sin embargo cuando tuve la oportunidad de ver la película de Luis Estrada: El Infierno, no pude evitar recordar The Godfather.
        El Padrino, protagonizada por Marlon Brandon en el papel del gran Vito Corleone es la historia de la mafia italiana en Nueva York a mediados del siglo pasado, mientras que El Infierno es el retrato de la mafia mexicana en la época actual. Ambas películas tienen como principales personajes a mafiosos capaces de matar por poder y dinero, pero sin duda hasta entre los mafiosos hay niveles. Es un hecho, que mientras para los Corleone el honor de la familia (entendiéndose como familia a toda la organización criminal) está antes que todo, se protegen entre sí y que de alguna manera respetan a sus rivales; para "Los Reyes" el poder es primero, traicionándose entre hermanos hasta el grado de matarse y ejerciendo "el ojo por ojo" en su más baja versión.
        Si comparamos la elegancia y la propiedad de los mafiosos italianos con los narcotraficantes mexicanos, sin duda, los segundos salen perdiendo. Aunque  la calidad de producción, dirección, actuación y el excelso guión de "El Padrino" no tiene comparación con la versión mexicana; "El Infierno" es una gran película, digna de reconocimiento y con una historia muy bien contada.
       El planteamiento de ambas películas es similar: Un personaje que se niega a formar parte de la mafia (Michael Corleone en "El Padrino" y Benjamín García en "El infierno"); sin embargo para proteger a su familia se ve en la necesidad de entrar y en convertirse en uno de los más destacados, cada uno en su nivel (recordemos que Michael era el heredero, mientras que Benjamín es sólo un peón). Además ambas retratan la fuerte relación de dichas organizaciones con la Iglesia Católica y la "limpieza" del dinero mal habido con actos de caridad, ante la imagen de una esposa con carácter (En el caso de El infierno, el personaje de la esposa tiene más injerencia, obviamente por la diferencia de épocas).
      La pérdida del heredero a manos del enemigo es abordado en ambos casos, pero con resultados adversos. Mayor honor y clase para El Padrino que para El infierno, en donde la venganza en el principal sentimiento. De nuevo, se marcan las diferencias de posturas reflejo de la cultura de cada organización.
          Sin lugar a duda, "El infierno" es una película altamente recomendada, me atrevería a decir que la mejor actualmente en cartelera. Sin embargo, al salir de la sala del cine y recordar que lo que ahí se proyectaba era verdad, me pregunté: ¿Cuántas personas murieron ejecutadas mientras estaba viendo la película?
       

domingo, 3 de octubre de 2010

El verdadero grito de libertad

Este es un vídeo que dejo a su consideración a propósito del bicentenario del inicio de la independencia de México. Fue transmitido por Cadena Tres hace algunas semanas.

"La magia santa en la Televisión"

     Desde hace algunos años, la televisión abierta mexicana (digamos para resumir Televisa y TV Azteca), han tomado como temática en su programación los milagros producidos por las divinidades que la mayoría de los católicos siguen. Es un hecho que la ilusión y la fantasía vende y más lo extraordinario, que aunque en teoría es imposible, se hace posible a través de lo que llamamos Fe. Tenemos muchos casos en el cine mexicano y estadounidense donde se recurre a este recurso y siempre funciona, haciendo emocionar al público.
     No juzgo a quienes por fe y religión favorezcan la creencia de los llamados milagros divinos, de hecho, me declaro creyente de estos eventos sobrenaturales; de hecho he sido testigo y en ocasiones beneficiario de estos eventos extraordinarios. Lo que está en tela de juicio es el manejo que le da nuestra televisión a estos milagros.
     Parecería que la Virgen de Guadalupe fuera resumida a una simple hada madrina en un cuento de hadas para adolescentes maniáticos y desquiciados y no lo digo yo. No me acusen de blasfemo. Es el tan "delicado" trato que se le da en la teleserie "La rosa de Guadalupe" que produce Televisa. Independientemente de las mala dirección, las malas actuaciones de los extras que en ocasiones ponen a protagonizar los capítulos y de los guiones tan absurdos que utilizan y ni el milagro justifica son incoherencia; el problema real es lo "abaratada" que ponen la imagen de la Virgen.
     Si el objetivo es fortalecer la fe y la creencia popular ante esta divinidad, hay tantas casos tan trágicos en nuestro país tan surrealista, que es posible hacer más de una temporada con temas tan impactantes donde se demuestre la fuerza de la Guadalupana a la hora de proteger a sus hijos. Caso como secuestros, enfermedades incurables, hijos perdidos, ejecuciones, violencias, desempleo, miseria, etc.; parecen no ser tema de milagros y recurren a peleas de dos amigas, alguna chava que no le haga caso a un chavo, buscar novio, tener un permiso de los papás y hasta tener dinero para un operación estética son los temas recurrentes de esta "serie".
    Y lo más triste y absurdo de todo, es que somos pocos los inconformes, ya que es uno de los programas con mayor audiencia, a pesar de su horario, tan vespertino. Además de maneja temas muy fuertes cuando los niños podrían estar viendo la televisión.
     Por otro lado, TV Azteca copiando la misma fórmula hizo el programa "Cada quien su santo". No es difícil ser mejor que "La rosa de Guadalupe", donde ya no buscan donde introducir el efecto tan estúpido del aire y la iluminación en el rostro para indicar que el milagro ha sucedido, pero en "Cada quien su santo", al menos tratan temas más sociales y más intensos donde le dan el peso debido a la palabra milagro, aunque la calidad de la producción es tan mala que no da gana de verlos.
      Como sea, recomiendo rezar por las almas de los creadores de estos programas, porque seguramente ya estarán condenadas.

¿Por qué El caballero de lo absurdo?

      Bienvenidos a este blog que tanto pensé en abrir y sobre todo gracias por leer las ideas que aquí plasmo. Se preguntarán, ¿Por qué El caballero de lo absurdo? En primera instancia tome este título, pues fue la primera idea que se me vino a la mente a la hora de bautizar el sitio. No es la primera vez que recurro a este conjunto, de hecho, un cuento que escribí hace algunos años, lleva el mismo título y hace referencia al mismo concepto: La vida es absurda.
       ¿Por qué tal aseveración?, simplemente porque es real. Este mundo loco y cambiante cada vez parece más ficción que realidad. Ha dejado atrás las fantasías de la literatura, cine y televisión y a convertido a la vida en un espectáculo donde sorprende cada vez con sus eventos tan contrastantes. La vida es un circo en donde todo puede suceder y muchos somos espectadores cuando podemos ser partes del acto.
       Me declaro "Prosumer", es decir, un consumidor de medios capaz de producir sus propias ideas a través de ellos. Esa es la nueva tendencia que se sigue a la par de las nuevas tecnologías. Y como buen caballero medieval pretende defender y luchar por ese ideal de la vida real, aunque tenga que escudarme bajo el arma de lo absurdo y la ironía. ¡Bienvenidos!