martes, 23 de agosto de 2016

¿El nuevo canal de "Las estrellas"?



     Mucho se habló del cambio y la renovación de el antes conocido "Canal de las estrellas", que esto no necesariamente significa una nueva Televisa, como algunos imaginaron. La expectativa, sin duda, fue el logro más destacado del lanzamiento de la nueva imagen y de lo que se presumía innovación en los contenidos. El 22 de agosto fue el día anunciado para esta nueva "plataforma" como la llamaron. Quizá sería demasiado prematuro juzgar este intento, pero es suficiente para generar comentarios al respecto.
      Para empezar optaron por quitarle "el canal" y simplemente lo dejaron como "Las estrellas", con un imagotipo arcaico, pasado de moda y por si fuera poco, muy parecido al de Estrella TV, canal de habla hispana en Estados Unidos. Con esto ya las expectativas bajaron. Según esto, esta renovación se viene trabajando desde el 2008. ¿Es lo mejor que pudieron hacer? ¿Ésta es su idea de una imagen del siglo XXI para competir con los contenidos de Internet? ¿De esta forma pretenden llegarle a las nuevas generaciones que tiene otra forma de ver la televisión?
     Es esto sólo es el inicio. También han prometido que las heroínas de sus telenovelas serán mujeres más independientes, que "ya no serán las típicas tontas soñando con el amor". Es curioso, llevo escuchando esto de la voz de las propias protagonistas desde hace varios años y siguen fomentado los estereotipos de la mujer abnegada y sometida al amor de un hombre, totalmente codependiente. Claro, hay excepciones, pero son muy pocas. Ahora, para que quedé clara la intención las protagonistas serán asesinas de hombres o eso es lo que parece con la nueva teleserie "Mujeres de negro", que basado en la campaña de lanzamiento es lo que más promete.
     Lo más irónico, es que para fortalecer sus elencos telenoveleros y lo que ellos llaman series de televisión, se han propuesto contratar a puros actores de su competencia directa, es decir, TV Azteca y retirado el veto a los que se fueron. Ahora resulta que ellos son los protagonistas. Esto no es de extrañarse, porque lo que les falta de popularidad a muchos, les sobra el talento que entre sus propias filas no han podido encontrar. Atrás quedaron esas grandes actrices de telenovela como Leticia Calderón, Edith González, Verónica Castro, que, independientemente de su calidad histriónica que es bastante respetable conocían el género del melodrama. Ahora cualquier jovencita "monona" la ponen de protagonista y luego del fracaso se preguntan porqué. Es absurdo que en un concepto al que autodenominaron "Las estrellas", carezcan tanto de ellas y tengan que salir a buscarlas fuera, cuando antes ellos las creaban. Que bueno que los tiempos han cambiado. 
     En el rubro de los noticieros también hubo cambios. Lo bueno es que se fue Joaquín López Dóriga. No recuerdo si en algún tiempo los respeté como periodista, pero si fue así, hace mucho que no. Definitivamente su estilo es obsoleto y su credibilidad iba en bajada por los tantos errores en su cartera. Algunos dirán "es una institución en el periodismo, ha dejado un legado". No dudo que en más de 30 años de carrera no haya aportado algo al periodismo, pero fue más el "ensalzamiento" que la realidad. Adios Joaquín López Dóriga, aunque no se va del todo, pero en su espacio se queda Denisse Maerker, que con respecto a ella, prefiero esperar un poco más para opinar.
     Lo malo es que se quedó Carlos Loret de Mola, aunque con menos tiempo. Este hombre que se hace llamar periodista, no tiene la vocación como su padre o abuelo. Es simplemente alguien que le gusta salir en la televisión y hará lo que sea por estar en ella y llamar la atención. Mal entrevistador, mal analítico, mal todo. Yo lo dejaría en HOY: Afortunadamente, quien cierra el espacio matutino de noticias es Paola Rojas. Curiosamente, en su mayoría, las noticias en "Las estrellas" las dan las mujeres.
     Y para el final, lo peor; que, sin miedo a equivocarme, fue el Late Night de Arath de la Torre. Le falta mucho mundo, muchas lecturas y talento a este actor para llevar a cabo este formato que es más gringo que el Hotdog. En Televisa tienen la idea de que Arath puede hacer de todo y no. Su participación en La parodía fue buena, pero eso lo coloca como un actor de comedia, para conducir un programa nocturno debes ser Jay Leno, David Letterman, Johnny Carson o Jimmy Fallon y le falta muchas vidas para llegar a ellos.
     Dicen que no es culpa del indio sino del que lo hace compadre. Por ahí, podremos disculpar a Arath al que le hicieron creer que puede con ese formato. Ahora resulta que Televisa es irreverente y ataca a los políticos, al PRI. Con diálogos prefabricados y con la consigna de que conste de que "somos libres, podemos decir lo que sea", muy a la fuerza.  Muy mal Arath en su debur, se ve muy pequeño en todos los sentidos. Si al menos las irreverencias dieran risa, tendría algún sentido, pero ni siquiera eso. El programa fue aburrido, sin ritmo, con chistes predecibles y con entrevistas que no sorprenden. El nombre y la imagen me recuerdan a "Es de noche y ya llegué" con René Franco; que, a decir verdad, es mucho mejor que esto, René Franco, al menos, conoce el lenguaje de este tipo de shows y es una persona con capacidad de entrevistar a cualquiera al ritmo que el formato lo requiere. Pero le apostaron al "caristma" y "simpatía" de Arath, del cual Franco carece. Pudo ser peor, pudo quedarse Adrián Uribe en ese horario.
     Lo que nos queda son puras promesas de cambio, como lo ha habido en muchas ocasiones anteriores y nos siguen recetando lo mismo. Quieren hacer protagonistas más fuertes y siguen refriteando novelas de los ochentas y noventas, quieren llegarle a las nuevas generaciones y su gran apuesta es "La rosa de Guadalupe". No veo mucha novedad, más que en imagen, pero en contenidos parece ser todavía "El cana del las estrellas".
    
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario