domingo, 6 de octubre de 2013

En la película de Derbez, sí deberían aceptar devoluciones.

         

   No se si los constantes absurdos en la historia, la mala actuación de Eugenio Derbez al estilo Omar Chaparro en su peor personaje o por la patética e innecesaria participación de "Samy", pero los primeros veinte minutos de "No se aceptan devoluciones" se me hizo de lo peor que he visto en el cine. Créanme que me pesa decir esto, porque me considero fan de "hueso colorado" de Derbez, pero con pena confieso que éste no es su mejor trabajo y esta muy lejos de serlo, aunque hubo muchas cosas positivas que valen la pena comentar.
            El gran acierto de la película fue la actuación de Loreto Peralta, quien interpreta magistralmente a "Maggie" la hija de Valentín Bravo (Eugenio Dérbez). Desde la aparición del personaje se ilumina la pantalla. Desde la secuencia en donde se aprecia el crecimiento de "Maggie" vi con encanto al Derbez que conozco con uno de los momentos más emotivos y cómicos de la película. La niña que habla un perfecto inglés logra cautivar a la audiencia y se apodera de los corazones. Es muy difícil ver actualmente a niños con carisma en televisión, pero esta pequeña lo logra y por mucho.
             Otro logro en la película es la música. Había leído que Derbez había trabajado arduamente en este sentido y creo que logra un ambiente musical muy adecuado para la trama de la película. Ver a Arcelia Ramírez de nuevo en la pantalla fue un deleite, definitivamente es una de las actrices más desperdiciadas en México y afortunadamente Dérbez la ha rescatado (Anteriormente en la serie "La alegría del hogar").
             Tengo que reconocer la inteligencia de Eugenio Dérbez, porque si desde un principio tenía como estrategia estrenarla primero en Estados Unidos, hizo bien en seguir un formato gringo de comedia, con recursos fáciles de "pastelazo" al estilo Adam Sandler (con muy malas producciones, pero populares) y dejando muy a un lado el humor inteligente que lo caracteriza con juego de palabras y acciones (Los mexicanos son malinchistas y ante el éxito de Estados Unidos irían a verla por morbo). Sin embargo, tuvo la oportunidad de colar muy buenos gags con su estilo, lo que me hizo reir de vez en cuando, pero he disfrutado más uno que otro capítulo de "La familia Peluche"
              El final, de lo peor de la película. Fue oportunista, chantajista y brutalmente innecesario. Si van a usar un formato de comedia tan común, por lo menos mantente en el formato o rómpanlo, pero creativamente. Con el pretexto de "quiero sorprender a la audiencia con el cierre" cayó en un recurso barato y con la firme intención de hacer llorar a las masas, pero que no tiene coherencia con el género ni con la historia. Definitivamente lo inesperado no es sinónimo de bueno.
              En conclusión, "No se aceptan devoluciones"" es un ejercicio cinematográfico clásico de un novato en esta materia que buscando la grandeza cae en la pura intención. Creo que la decisión de la Academia Mexicana de no seleccionarla para representarnos en el Oscar fue acertada y supongo que los intentos de Derbez de lograr una nominación de manera independiente no tendrá éxito, porque además tiene un estilo de filmación muy regular.
              Quiero felicitar a Derbez por este logro, por intentarlo y por defender su proyecto como él lo concibió, pero esos doce años de trabajo no se ven reflejados. Demostró que es taquillero, demostró que puede salirse de la pantalla chica y brincar al cine y demostró que puede lograrlo. Creo que con esta película y con el éxito obtenido, Eugenio se ha ganado a pulso la oportunidad de intentarlo de nuevo y esta vez espero que se supere así mismo.